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Investigadora de la FC ingresa al Seminario de Cultura Mexicana

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ARTÍCULO

Investigadora de la FC ingresa al Seminario de Cultura Mexicana

por Susana Paz

Ciudad Universitaria, Ciudad de México. 28 de septiembre de 2020.- 

La investigadora y académica de la Facultad de Ciencias (FC), Ana Barahona Echeverría,  ingresó como miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana del que han formado parte personajes de la cultura nacional como Mariano Azuela, Frida Kahlo y actualmente Eduardo Matos Moctezuma y Silvia Torres Castilleja, entre otros. 

Para la investigadora —quien lleva más de 40 años de labor docente y académica en la FC— es un orgullo haber sido nombrada miembro titular de esta organización que desde 1942 realiza un trabajo de divulgación científica, humanística y cultural en todo el territorio nacional y en el extranjero. 

“Para mí significa un honor que me hayan elegido. Me parece que esta distinción también reconoce a nuestra facultad y, desde luego, a la UNAM, porque es donde me he formado y en donde llevo 40 años de una actividad constante”.

El Seminario de Cultura Mexicana está conformado por eminencias en las áreas de las ciencias, las humanidades y la cultura que comparten su conocimiento a través de conferencias, talleres, conciertos y exposiciones. 

Su objetivo primordial es la divulgación científica, humanística y cultural en todo el país a partir de una perspectiva multidisciplinaria. Tiene un Consejo integrado por 25 miembros titulares y más de 60 corresponsalías con presencia internacional en Madrid, Guatemala, Texas y Venecia. Su sede principal se encuentra en la Ciudad de México y cuenta con una galería, un foro y una sala de lectura infantil y comunitaria.

El ingreso de la doctora Ana Barahona se aprobó en marzo de este año pero, debido a la pandemia, se hizo oficial hasta el 18 de junio. El nombramiento reconoce su trayectoria profesional y sus aportaciones a la ciencia y la cultura en México.  

Para la investigadora,  esta pandemia nos ha obligado a entender y reflexionar sobre cuestiones científicas, médicas, epidemiológicas e incluso geográficas y culturales que de otra forma no hubiera sido posible ni necesario atender. 

“En este sentido, instituciones como el seminario cobran especial interés porque son especialistas quienes justamente tienen las herramientas y las vías para poder hacer llegar, de la mejor forma, información y conocimiento a diferentes sectores de la sociedad”.

Entre las actividades del seminario en las que está próxima a participar se encuentra un foro que originalmente se llevaría a cabo en octubre en Orizaba, Veracruz, pero que debido a la pandemia cambiará de fecha y probablemente de formato. 

También colaborará en la elaboración de un libro de divulgación sobre biología dirigido a niños y jóvenes para la colección Semillitas del seminario, y participará en las diversas actividades que se realicen, como las cápsulas en video que difunde la instancia a través de sus redes sociales. 

“Como bióloga mi interés es dar a conocer diferentes aspectos de la ciencia de la vida, como la importancia de entender cuestiones fundamentales de evolución, ecología, desarrollo sustentable, herencia, genética o biomedicina, así como el papel que juega la ciencia, en este caso la biología, en la sociedad. Y a partir de este interés insertar mi participación en el seminario en el contexto nacional en el que cada vez se hace más necesario dar a conocer diversos aspectos de la ciencia y su impacto en la sociedad y la cultura”. 

Diversidad y aceptar la crítica

Sobre la política científica que se vive actualmente en el país, afirma que, haciendo un símil, desde el punto de vista biológico hay una inmensa variabilidad en el mundo de lo vivo, a la que se llama biodiversidad, que es justamente la fuente de la evolución de las especies a lo largo del tiempo. 

“Entonces se podría decir que así como la biodiversidad es muy importante para la evolución de las especies y el desarrollo de los sistemas biológicos, también es importante en todos los ámbitos de la vida. Así como hay una diversidad cultural en todo el mundo, lo cual es una riqueza que tenemos las sociedades humanas y producto de nuestra historia como especie, así mismo diría que la diversidad de opiniones y la libertad de pensamiento y su reconocimiento, son la base fundamental de la fortaleza que debe tener el sistema democrático en México”. 

La crítica, expresa la investigadora, es también otro de los elementos fundamentales para el desarrollo, en este caso, de la ciencia, la cual avanza gracias a que hay procesos de revisión y crítica constantes. Si se acepta la crítica, como la capacidad de analizar lo que otros hacen y disentir de los demás, esa diversidad de opiniones es la riqueza que ha permitido el avance de la ciencia. 

“A nivel de política, ya no sólo de política científica sino de la vida política en general, tenemos que aceptar que la crítica y la libertad de expresión son parte fundamental de todos los desarrollos políticos, científicos y sociales. Se deben de aceptar y ejercer porque sólo así se avanza. Lo que estamos viviendo a nivel nacional y mundial con la pandemia, que va a tardar tiempo en resolverse, amerita un discurso tolerante, inclusivo, que cohesione a la sociedad para conseguir objetivos comunes”. 

Para la doctora Ana Barahona, no es momento de discursos que dividan a la sociedad, sino de aceptar y ejercer la crítica, y de respetar la diversidad con el fin de trazar un horizonte colectivo. 

“En estos tiempos difíciles que estamos viviendo con estas crisis sanitaria, económica y social, me gustaría que modificáramos de alguna forma nuestra participación como ciudadanos, que viéramos por el bien común, y que tratáramos de fortalecer a las instituciones a través de las cuales la democracia se ejerce”. 

Dra. Ana Barahona Echeverría

Realizó sus estudios doctorales en la Facultad de Ciencias de la UNAM donde es profesora titular y fundadora del área de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología, y sus estudios posdoctorales en la Universidad de California, Irvine, Estados Unidos. 

Ha sido investigadora visitante en distintas instituciones como la Universidad de Harvard y la Universidad Estatal de Florida, así como el Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia en Berlín, Alemania. 

Sus principales líneas de investigación son Historia de la Ciencia en México durante la Guerra Fría; Genética, Bioética y Biodiversidad; y Epistemología Histórica. Se ha interesado también en la relación entre la epistemología y la enseñanza de las ciencias. Ha dirigido 66 tesis de licenciatura, maestría y doctorado, y cuenta con 64 artículos en revistas arbitradas internacionales, siete libros de investigación, 11 libros como coordinadora, 33 capítulos en libros internacionales y nacionales, entre otros.

Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores en el nivel III. Ha sido miembro del Panel de Expertos en el Currículo en el Área de Ciencias, de la OREALC/UNESCO, y Consultora de la ONU para la “Consulta Nacional sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio”. 

Fue presidenta de la International Society for the History, Philosophy and Social Studies of Biology (2007-2011); miembro del Consejo de la International Union for the History and Philosophy of Science, Division for the History of Science and Technology (2009-2013), y vicepresidenta de la Asociación Iberoamericana de Filosofía de la Biología (2012-2015). 

Es miembro regular de la International Academy of the History of Science, distinción que recibió en el año 2011. Recientemente fue galardonada con el Premio Universidad Nacional 2014 en Docencia en Ciencias Naturales por sus contribuciones a los estudios de la ciencia y la tecnología, y desde el año 2019 es miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.