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¿Cómo es el comportamiento y evolución del Covid-19?

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¿Cómo es el comportamiento y evolución del Covid-19?

por Susana Paz

Ciudad Universitaria, CDMX. 15 de abril de 2020.- Investigadores de la Facultad de Ciencias de la UNAM realizan y difunden gráficas diarias que muestran el comportamiento y evolución del Covid-19 en México y otros países, con el fin de proporcionar datos e información para conocer más sobre esta pandemia que está a punto de alcanzar los dos millones de contagios en todo el mundo. 

El equipo multidisciplinario del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (Lansbiodyt) de la facultad, vio la necesidad de brindar información para seguir la evolución de la enfermedad específicamente en México que fuera clara, confiable y comprensible.  

“Fue una inquietud que vimos de la sociedad en general y de la comunidad científica que no es epidemióloga”, afirma la doctora Aimee Magdalena Torres Rojas, quien maneja los datos y trabaja las gráficas diariamente para publicarlas en las redes sociales del laboratorio nacional (@LaNSBioDyT). 

Se trata de gráficas en escala logarítmica (log-log) que permiten ver con mejor detalle el inicio de las curvas y que toman como datos el número de decesos nuevos por día y acumulados en los países seleccionados.

La decisión de utilizar como variable el número de muertes no estuvo exenta de discusiones debido a que no hay un consenso en la comunidad científica sobre cuáles son las mejores variables por considerar para tener resultados más claros; si el número de muertes, de contagios confirmados o de pacientes recuperados. 

Y es que cada variable presenta una incertidumbre asociada muy alta porque cada país está adoptando estrategias distintas para enfrentar la pandemia, en donde además la capacidad de contabilizar dichas variables juega un papel importante.  

Hay países —como Estados Unidos—que hacen pruebas masivas, pero hay otros —como México—, que optan por tener información de una muestra para después estimar casos reales. Particularmente, México monitorea al Covid-19 mediante el método de vigilancia centinela que ya realizaba para influenza. Por ello el número de casos positivos no podría ser un referente y mucho menos permitiría hacer comparaciones entre países, porque se desconoce exactamente la realidad. 

“En ese sentido, consideramos que el número de muertes podría ser algo más real de seguir, aunque también son datos que tienen una incertidumbre asociada, porque dependen de cómo se estén contabilizando las muertes en cada país relacionadas con la infección por el virus SARS-Cov-2. Lo que no podemos hacer es comparar números, por las distintas estrategias de los países para enfrentar el problema, pero había que elegir una opción para seguir la evolución de la epidemia. Por lo que no hay algo que sea correcto o incorrecto, y nosotros tomamos la decisión de seguir las muertes”, afirmó la investigadora. 

Las dos gráficas que publican todos los días presentan dos tipos de datos que están relacionados pero que brindan información distinta. 

Muertes acumuladas

En la primera gráfica se muestra la cantidad de muertes acumuladas, es decir, las muertes totales a lo largo de los días a partir de la sexta muerte registrada. 

La decisión de iniciar el registro a partir de la sexta muerte se debió a que, para incluir datos de varios países en una misma gráfica, se tenía que considerar un punto de partida en común. Lo que analizaron en diversas fuentes y gráficas que se hacen en otros países, es que era conveniente tener un inicio a partir de la quinta o décima muerte, pues los primeros días los números resultaban muy fluctuantes. 

 

“Lo que estamos graficando es el número total de muertes a partir de que cada país registró su sexta muerte y queremos ver el comportamiento de estas curvas. Lo natural es que las muertes se vayan acumulando y acumulando, hasta llegar a un valor que prácticamente no cambie porque hacia el final de la epidemia ya casi no se acumulan muertes, recordando que cuando las cantidades son grandes y se presentan en escala logarítmica, los incrementos pequeños ya no son perceptibles. Esto se observará en la curva de cada país, que irá subiendo hasta llegar a estar casi plana en la última etapa de la epidemia”, explica Torres Rojas.  

China ya está hacia el final de la epidemia. Los casos de España e Italia están próximos a llegar a su valor constante. La idea de colocar estos países, afirma, no es para comparar números, porque cada país va en diferente etapa; lo que se puede analizar entonces es la evolución que se tiene que observar. Una acumulación de muertes que primero es lenta, luego rápida, y de nuevo lenta en la última etapa en la que ya casi no hay decesos por acumular. 

“México está en una etapa más temprana, van incrementando las muertes; obviamente lo mejor sería que en pocos días nosotros lleguemos a la línea acostada y que ya no sigamos incrementando el número de muertes, teniendo un número bajo y constante”. 

Una manera de analizar la gráfica es utilizar una regla e irla colocando sobre cada curva, la inclinación de la regla indicará la rapidez de la acumulación de las muertes. “Si está muy paradita, la rapidez de acumulación es muy alta; si está más acostada, la rapidez de acumulación de las muertes es baja; totalmente acostada sería cero, totalmente parada es una rapidez infinita”.   

A China le costó 50 días —desde que registró su sexta muerte—, llegar a tener su línea casi plana; Italia lleva casi 50 días y apenas está llegando, lo mismo sucede en Italia. 

Muertes por día

El siguiente dato que están graficando son el número de decesos nuevos reportados cada día, no el acumulado de muertes totales, sino los nuevos casos de muertes diarias. 

De nuevo, la curva de China indica lo que se espera ver. La parte inicial es lenta, después viene una etapa exponencial de crecimiento en donde el incremento en el registro de muertes nuevas al día es muy alto, y después se llega a una etapa crítica, en la que cada día se reportan muchas muertes —entre 500 y mil si se observa a Italia y España por ejemplo, pero el número depende de cada país— y durante algunos días se registra una cantidad similar de muertes por día. Para después empezar un descenso, hasta que cada día hay menos muertes; lo que no indica que deje de haber muertes. La última semana China ha reportado menos de cinco decesos por día. 

En esta gráfica —que también se muestra en escala log-log—, se puede hacer el mismo ejercicio anterior de colocar una regla a lo largo de cada curva para ver la inclinación y asociarla con la rapidez, en este caso, de muertes nuevas al día.  

Estados Unidos está en una etapa de evolución de la epidemia más temprana que China, sigue en ascenso, un ascenso muy pronunciado con una tasa de incremento de muertes al día muy alta. 

En el caso de México la tasa de crecimiento va en aumento, pero la rapidez de aumento de muertes nuevas al día no es tan alta como la de Estados Unidos; sin embargo, no se sabe cómo va a evolucionar y comportarse en las próximas semanas.  

Enfermedad nueva e impredecible

Ambas gráficas ilustran la evolución de la epidemia. Con ellas se puede ver lo que está pasando en los demás países, sin que sea posible ni necesario hacer una comparación cuantitativa del número de fallecimientos. Todos los países van a tener el comportamiento general explicado en cada gráfica, pero cada uno va a presentar una curva diferente. 

Al respecto, el doctor Genaro Vázquez, uno de los responsables del Lansbiodyt, afirma que estas gráficas son un ejercicio de seguimiento y difusión para tener una idea del comportamiento y evolución de la enfermedad y no de un modelo predictivo, porque con los datos y las variables que se manejan no es posible hacer predicciones. 

Para el doctor Mathieu Hautefeuille, el Covid-19 es un virus nuevo que no se comporta igual a nada de lo que se haya conocido hasta ahora, por lo que está lleno de sorpresas. Para el científico responsable del Lansbiodyt, los datos que arrojan las gráficas son importantes porque generan información sobre algo nuevo, sobre todo para quienes están habituados a ver este tipo de datos —los epidemiólogos—, son muy relevantes para saber las medidas que deben tomar los países. 

“Cada país tendrá que hacer sus propias conclusiones. Pero es interesante ver cómo ningún país es igual que otro (…) La información generada es valiosa, si bien todo mundo quiere ver el futuro, predecirlo, pero no se puede. Una gráfica la podemos ver de aquí a uno, cinco, diez años y nos va a arrojar datos. Ayer leía que para el  síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) que salió en 2003, la comunidad científica se tardó unos meses en identificarlo, en entenderlo; para este se tardaron tres semanas. A lo mejor ya en la siguiente epidemia con estos datos y que la gente ya esté acostumbrada a verlos, vamos a entender mejor al próximo López Gattel cuando nos diga que tenemos que aplanar la curva, y entonces hay que llegar con un martillo y clavarse estas gráficas para entender por qué quedarse en casa y no salir es muy importante”, expresa Hautefeuille.