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Egresado de la FC, primer latinoamericano en liderar laboratorio en el Howard Hughes Medical Institute

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Egresado de la FC, primer latinoamericano en liderar laboratorio en el Howard Hughes Medical Institute

por Susana Paz

Ciudad Universitaria. CDMX. 29 de septiembre de 2023.- Dice Alejandro Aguilera Castrejón que la educación es un arma. Dice que el rap es la música más inteligente. Dice también que le gusta que la gente piense que no es un científico. Se lo comentan a menudo. Lo hace a propósito. En 2011, cuando estudiaba biología en la Facultad de Ciencias (FC) y hacía dos horas de camino para llegar desde su casa en Ecatepec, pensaba que ser investigador era un sueño difícil de alcanzar. A un mes de terminar su doctorado en el Weizmann Institute of Science, Alejandro se convertirá el próximo año en el primer latinoamericano en tener un laboratorio en el Howard Hughes Medical Institute (HHMI), Janelia Campus, Estados Unidos. Tiene 31 años.

Fue en 2021 cuando una noticia recorrió todo el mundo: un grupo de científicos del Departamento de Genética Molecular del Weizmann Institute of Science, había logrado el cultivo de un embrión de ratón dentro de un útero artificial y habían podido observar su desarrollo hasta la formación de todos los órganos. Así lo titularon algunos medios: “Israelíes asombran al mundo al desarrollar embriones de ratones en útero artificial”, de  israeleconomico.com y “¡Orgullo nacional! Científico mexicano logra gestar un embrión de ratón dentro de un útero artificial”, encabezó Milenio

La noticia se desprendía del artículo publicado el 17 de marzo de 2021 en la revista Nature titulado “Ex utero mouse embryogenesis from pre-gastrulation to late organogenesis”, del que Alejandro es el autor principal. En 2022 publicaría otro en Cell, “Post-gastrulation synthetic embryos generated ex utero from mouse naive ESCs”, sobre el que The Guardian tituló: “Científicos crean los primeros ‘embriones sintéticos´ del mundo”. 

Sobre estos temas y los últimos avances de su investigación llegó en septiembre a México a dar cinco conferencias. Una de ellas en la Facultad de Ciencias, de la que dice es la más especial. En primera fila estuvieron sus papás, su novia, sus amigos, sus maestros y el auditorio Carlos Graef repleto de estudiantes. 

Educación es tu arma, se lee en su playera negra. La compró en una tienda de raperos. Un tiburón, un jaguar, un rinoceronte —que es su animal favorito—, se asoman en sus brazos. De pantalón de mezclilla y tenis, Alejandro es un joven que no solamente será el primer latinoamericano y mexicano en ser jefe de un laboratorio HHMI de Estados Unidos sino que también apuesta por generar un cambio en el aspecto social de la ciencia, en la búsqueda de una ciencia libre de jerarquías y estereotipos. 

“La educación es un arma para ti mismo, para superarte, para salir de situaciones difíciles, te ayuda en cualquier aspecto de tu vida. La ciencia te hace pensar de manera crítica. Las veo como un arma en el sentido que te pueden ayudar a cambiar el entorno en que estás, la sociedad, el país (...) Hay un estereotipo de los científicos en nuestro país, muchos creen que los científicos casi todos son blancos, aquí se piensa  mucho eso, pero yo quiero cambiarlo. Que sepan que cualquier persona, no importa su color de piel, su estrato social o su género puede ser tan bueno como otro. Eso es lo que quiero que vean”. 

Una canción de El Chojin, su rapero favorito, resuena al escribir esta entrevista. Haz, más/  Verás cómo así deseas menos /Haz más /Insiste y quizá puedas tenerlo (...) Cambié "lo haría" por "lo estoy haciendo" /Ahora vivo más y aunque sueño menos/Curiosamente duermo mejor/ Supongo que es porque vivo mi sueño (...)

SUSANA PAZ: ¿Qué es lo que más te gusta de hacer investigación y por qué decidiste dedicarte a esto?

ALEJANDRO AGUILERA: Fue un poco por azar. Mi papá se llama Salvador Aguilera y mi mamá Martha Castrejón, ambos se dedican a la tapicería, trabajan en casa; mi papá es tapicero y mi mamá costurera. Vivimos en Ecatepec, desde allá venía a la Facultad en un recorrido de casi dos horas. Tengo seis hermanos, tres hombres y tres mujeres, y ninguno está en la ciencia. En la familia no hay ninguna influencia relacionada con la ciencia o el quehacer científico. 

Por eso no sé si fue un poco por azar. A mí me gustaban los animales, por eso entré a biología porque finalmente quería trabajar con animales, con mamíferos, en la selva. Pero después, cuando fui tomando clases durante la carrera, me di cuenta que existían otras cosas, como biología molecular, biología del desarrollo, y eso me interesó más porque era un campo muy nuevo que ahora tiene muchas oportunidades. 

Me gusta mucho hacer investigación porque básicamente yo puedo decidir qué quiero investigar. Para mí no es como un trabajo, más bien es como jugar; juego con los embriones, veo cómo crecen, les pongo otra molécula diferente y veo qué pasa. Es algo que es llevado por tu curiosidad, nadie te dice: “tienes que hacer esto”,  sino que tú puedes hacer lo que te interesa. 

Otra cosa que me gusta es que la ciencia te permite conocer gente de diversos países, viajar a muchos lugares. Y sí, tienes que invertirle mucho tiempo, yo estoy alrededor de 12 horas diarias en el laboratorio, pero inviertes tiempo en algo que te gusta, que te apasiona, y realmente no lo veo como un trabajo. Tengo suerte de trabajar en esto y a veces pienso que cómo es posible que me paguen por hacer esto que me encanta. 

Me preguntan mucho por mi secreto/Lamento decir que es algo pequeño/Simplemente cambié mi concepto de éxito/Para que encajara en las cosas que tengo/Nunca seré el mejor en nada/Pero, ¿quién me gana siendo yo?

SUSANA PAZ: Dijiste que te gustan mucho los animales ¿por eso los tatuajes?

ALEJANDRO AGUILERA: Me he hecho tatuajes tanto acá en México como en Israel, desde que entré a la carrera. Los rinocerontes son mi animal favorito, me gustan mucho los animales, esa fue la razón por la que soy biólogo. Tengo tatuajes de diversos animales, un tiburón, un jaguar. Cuando era niño quería ser paleontólogo, al final no lo hice pero está relacionado con la biología. 

Pero respecto a los tatuajes, algo curioso es que cuando la gente me ve no piensan que yo sea científico, me lo han dicho porque tengo tatuajes, por cómo me visto. Pero eso en vez de incomodarme me gusta, porque realmente a mí me interesa mostrar a las personas que no importa cómo te vistas o te veas, sino lo que realmente eres, que no sigamos estereotipos, porque no sabes cómo son las personas hasta que las conoces. 

La idea del científico aquí siempre es vestido más formal, siempre con zapatos, camisas, a veces con bata, y casi siempre son personas blancas, aquí en México además hay muchos extranjeros. Ahora en HHMI Janelia voy a ser el primer jefe de grupo de Latinoamérica, y eso mismo es lo que me gustaría hacer, que se rompa ese estereotipo, que los mexicanos, que los latinos, los morenos, hacemos ciencia y podemos ser jefes. No sólo me gusta mi trabajo sino que también me gustaría cambiar el aspecto social de la ciencia.

SUSANA PAZ: En ese sentido, ¿cómo te recibieron en Israel y cuáles son las principales singularidades y diferencias de trabajar allá?

ALEJANDRO AGUILERA: Siempre me han recibido bien, en Israel como no hay muchos mexicanos, nadie tiene ningún problema con alguien de México, y yo nunca he tenido un problema. Posiblemente en Estados Unidos, donde hay más inmigrantes mexicanos y latinos, pueda ser diferente, pero en mi caso siempre he tenido muy buenas relaciones con todos. 

Además, la educación que tuve en esta Facultad es de igual calidad que en cualquier otra universidad de Estados Unidos o de Europa, no he conocido a nadie que yo considere mucho mejores. En el aspecto teórico somos realmente equivalentes a cualquier otra universidad, incluso las mejores del mundo, pero el único problema es el aspecto técnico y la disponibilidad de equipos; esa es la única cosa que vería como una desventaja en la educación de nuestro país. Por eso considero que la principal diferencia que existe es la disponibilidad de recursos, de equipo e instrumentación para implementar técnicas más modernas, etcétera. Esta disponibilidad va vinculada a los recursos que se destinan a la ciencia.  

Otra diferencia marcada es que en México hay muchas más jerarquías entre el jefe y los estudiantes y eso en Israel no está muy marcado. A las personas no les dices “doctor”, les hablas por su nombre, y además hay muchas más posibilidades de argumentar con tu jefe y no va a haber problemas de parte de él o ella. Están más acostumbrados a eso, en México muchas veces se tiene que hacer lo que dice el jefe y no lo que el estudiante considera, cuando es él quien está haciendo los experimentos. 

Creo que el mayor problema en general es adaptarse a la cultura, porque la cultura es muy diferente, la comida es distinta, las tradiciones son distintas; eso ha sido lo más complicado, pero también lo que ha hecho que me pueda enfocar más en mi trabajo. 

Toda esa ambición basada en mejorar su opinión, mutó/Y perder la presión trajo la calma/No siempre se gana ¿Mi lección?/Es aprender o no de cada batalla/De cada discusión, de cada cosa que pasa/En todo hay una lección si sabes encontrarla

SUSANA PAZ: ¿Qué te provoca regresar a la Facultad ahora ya dando una conferencia?

ALEJANDRO AGUILERA: Me sentí muy contento, esta semana di varias conferencias, una fue en el Congreso de la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería, en Guerrero, otra en el Instituto de Biotecnología en Cuernavaca, el martes en el Instituto de Fisiología Celular y ayer en el Instituto Nacional de Cancerología. Esta es la última que estoy dando pero es la más especial, porque aquí estuve muchos años, mis amigos están aquí, vinieron a verme, también están mis papás, además ver a mis maestros que conocí hace diez años fue una emoción muy grande. 

Fue muy especial pero también me interesaba tener más contacto con México no sólo con investigadores sino con alumnos. Para mí era muy importante porque entrando a la carrera a veces no crees que puedes llegar a ser investigador, o que es un camino muy difícil, dudas mucho, se te hace casi inalcanzable, pero yo creo que ver a otras personas que lo han hecho es una motivación, sobre todo porque vienen del mismo lugar que tú vienes. 

Con los profesores Luis Felipe Jiménez y Lourdes Segura tomé biología molecular de la célula 3, y con Claudia Segal, biotecnología. Son materias relacionadas con lo que yo hago ahora que es el desarrollo embrionario. Y me voy muy contento de haberlos visto, como a todos los estudiantes que estuvieron presentes. 

SUSANA PAZ: Sobre el tema que estás trabajando ¿qué es lo más relevante y en qué momento va la investigación?

ALEJANDRO AGUILERA: Nosotros intentamos crear sistemas que permitan crecer embriones de mamífero fuera del útero en etapas tempranas de desarrollo, esto porque permitirán poder estudiar de mejor manera cómo se forman los órganos dentro de un mamífero. 

Creamos una plataforma para crecer embriones desde el día cinco, que es el día después de la implantación, hasta el día 11 o 12. Además de los embriones tomados directamente de la madre, crecidos fuera del útero, también creamos embriones sintéticos, o modelos de embriones, que se forman a partir de agregación de células troncales. Tomamos tres poblaciones, las ponemos juntas y en ciertas condiciones pueden formar un embrión parecido al del día cinco, y nosotros encontramos un método de cultivo para permitir su crecimiento hasta el día ocho, que es básicamente cuando se crean los órganos en estos embriones también sintéticos. 

Ha sido un avance muy importante porque va a permitir estudiar múltiples aspectos del desarrollo de mamíferos, ya sea la genética, metabolismo o enfermedades congénitas, etcétera. Este cultivo permite crecer un embrión desde que es una esfera de células hasta un estado en que es un embrión ya con todos los órganos establecidos, entonces es un ventana muy importante de tiempo en la que puedes estudiar cómo las células se organizan para formar los diferentes órganos y tejidos de un organismo que es muy parecido al humano, que en este caso es el ratón. 

Además esto va a permitir que este conocimiento generado se pueda aplicar al desarrollo de un método de creación de órganos en el laboratorio. Pero además es posible también tomar células de un humano, en el futuro, para generar un modelo de estos embriones y este modelo de embrión va a diferenciarse en diversos órganos o progenitores de órganos, y tú puedes tomar ese progenitor de órgano o esas células y transplantarlas a un paciente, y posiblemente esto ayude a regenerar lo órganos o formar un órgano in vitro, ya que los embriones son la mejor máquina biológica para formar órganos, por lo que se puede tomar ventaja del proceso embrionario para generar órganos o células que se utilicen en trasplantes de pacientes, pero apenas estamos en el principio de esto, todavía es muy lejano. 

Mi asesor de tesis es Jacob H. Hanna, quien ya lleva 11 años con su laboratorio. Somos 12 personas, hay técnicos que se especializan en diversas áreas, unos están en bioinformática, en edición genética, y estamos los estudiantes de maestría, doctorado y posdoctorado. Cada quien tiene proyectos individuales pero nos apoyamos mutuamente. Hay gente de diversos países como Italia, Austria, Luxemburgo e Israel. Es un grupo multidisciplinario y multinacional. 

SUSANA PAZ: ¿Cómo será el trabajo en el laboratorio del Howard Hughes Medical Institute?

ALEJANDRO AGUILERA: Voy a trabajar siguiendo el desarrollo de este sistema para crecer embriones de ratón fuera del útero, pero utilizándolo para estudiar otras preguntas de desarrollo embrionario, como por ejemplo la importancia de diferentes genes, la importancia de la mecánica de los tejidos, el metabolismo, etcétera. 

Además de los embriones naturales también estudiaré los que se generan a partir de células madre, comparándolos más a fondo, para saber si el desarrollo de un embrión de células agregadas es realmente similar al embrión natural, o si se genera un embrión similar pero por un camino distinto, eso es lo que no se sabe y en eso nos vamos a enfocar. 

Para los estudiantes de doctorado y posdoctorado que estén interesados en el tema, me pueden escribir directamente, y también les diría que busquen a otros investigadores de otros grupos, hay muchos  programas que este instituto promueve,  mucha colaboración y es muy posible que acepten estudiantes. Pero les diría que no estén restringidos a un solo instituto que yo les menciono, hay muchas otras instancias. Hay muchas oportunidades tanto en México como en el extranjero, es cuestión de escribirle a los investigadores y ellos saben todos los programas que hay, y están interesados en estudiantes mexicanos, porque en México la licenciatura es buena, y tomas mucha experiencia en laboratorio, en Europa son estudios de tres años y más cortas.

SUSANA PAZ: ¿Qué les recomiendas a los estudiantes de la Facultad y qué planes tienes para el futuro?

ALEJANDRO AGUILERA: Les diría que no tengan miedo de contactar investigadores de donde sea, de otros países. Muchas veces pensamos que no tenemos la capacidad, que no somos lo suficientemente buenos, pero eso no es cierto, todos somos buenos, pero debes poner el esfuerzo, no vas a llegar a donde quieres llegar haciendo lo que todos hacen, tienes que ir un paso más allá. Pero todos tenemos la capacidad de hacer lo que queremos hacer, sabiendo que no es fácil, pero no estresarte tanto cuando no logras algo, porque puedes ir a otra área y probar otras cosas. 

Lo que me gustaría hacer es seguir en la ciencia, trabajando en lo que me gusta, pero además formar a otros científicos para mí es importante, también hacer divulgación científica con personas que no están muy conectadas en la ciencia. Me gustaría trabajar en la ciencia para siempre. 

Muchos confunden tener un plan con tener un sueño/Los sueños no se cumplen, se construyen/A base de volcarse a fuego sobre ellos/Quemarse y llorar e intentarlo de nuevo (...) Sólo llega el que pelea/Pero no todo el que pelea llega, es un hecho/Mi día consiste siempre en intentarlo al menos/Si no llego, no llego, no soy perfecto (...) 

Científico favorito:
Ernst Haeckel, vivió en el siglo XIX y estudiaba el desarrollo embrionario, describió el proceso de gastrulación que es lo que más estudio yo, además acuñó el término de células troncales que ahora se usa mucho en investigación y que son mis dos temas favoritos. También era un artista, dibujaba muy bonito, tengo un libro que es una compilación de dibujos que él hizo y por eso es mi científico favorito.
 
Libro favorito:
Brave new world, de Aldous Huxley. Es ciencia ficción y trata de un mundo en que los humanos ya no nacen de la madre, sino que son diseñados, y me gusta porque fue escrito hace muchas décadas pero el autor imaginaba los métodos que se usarían y algunos son muy imaginativos, pero otros tienen mucha lógica. Aunque no creo que lleguemos a ese tipo de sociedad, pero me gusta la idea de cómo el autor pensó todo eso a pesar de que vivió hace muchas décadas. 
 
Música favorita:
Eso es lo mejor. Mi música favorita es el rap. La gente tiene un concepto muy erróneo del rap. Originalmente nació como una música de protesta, de gente de sectores bajos, muy discriminados, entonces la idea del rap es cambiar eso en la sociedad, pero también es una música que te motiva a que, aunque seas de ese estrato social o seas discriminado, sepas tu valor, que puedes trabajar y llegar a hacer lo que quieras y te propongas. 
 
El rap transmite un mensaje. Es la música más inteligente que existe, puede ser como un poema, usan rimas complejas pero también generalmente tiene un mensaje social de muchas cosas. A mí me ha ayudado mucho. El Chojin, un rapero español, es uno de mis favoritos. 
 
Deporte favorito:
Me gusta mucho el gimnasio, es un deporte individual en el que tú eres el que se pone la meta, nadie te está obligando a nada, tú decides cómo ir más allá de tu límite. 

Aquí puedes leer su artículo en Nature:

Ver artículo Nature

Artículo en Cell: 

Ver artículo Cell