San Andrés Tuxtla, Veracruz. 14 de noviembre de 2022.- Con una lluvia incesante y vegetación intermitente en la selva de Los Tuxtlas, un grupo multidisciplinario de estudiantes de diferentes partes del país llegaron a la Estación de Biología Tropical de la UNAM y durante una semana llevaron a la práctica la teoría que los profesores de la Facultad de Ciencias (FC), el Tecnológico Nacional de México, campus Chiná (TecNM) y el Instituto de Biología (IB-UNAM) les enseñaron en las aulas de la estación. 

Durante cinco días de trabajo en la selva veracruzana los profesores Alejandro Villegas Castillo (FC), Sol de Mayo Araucana Mejenes López (ITChiná) y José Juan Flores Martínez (IB-UNAM) les brindaron las herramientas y técnicas científicas más importantes para la manipulación, monitoreo, observación y estudio de fauna silvestre y las implementaron en esta región que forma parte de la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas. 

El doctor Alejandro Villegas, coordinador del curso, expresó que la zona es particularmente importante porque todavía existe selva mediana semiconservada lo que permite que albergue una gran biodiversidad, es decir, se puede concebir como todo un laboratorio natural. 

“Por esa razón decidimos realizarlo en la estación de biología porque ofrece también comodidades académicas para que se puedan llevar a cabo actividades de manera segura.  Una de las bondades de este espacio es que tenemos las instalaciones de una pequeña estación biológica que cuenta con laboratorios, biblioteca, dormitorios y, en especial para los estudiantes que nunca han trabajado en campo, eso les facilita trabajar”. 

Fueron 12 participantes —entre estudiantes de licenciatura, profesionistas y algunos que iniciarán un posgrado— quienes vivieron cinco días de trabajo en condiciones de lluvia pero con un ímpetu y entusiasmo que mantuvieron desde el primero hasta el último día. 

“Este sitio ofrece la oportunidad para que los alumnos conozcan qué sucede en la selva, que pisen la hojarasca, que vean cómo se camina en lodo, cómo se vive aquí haciendo trabajo de campo. Esto les ofrece seguridad para que cuando ellos hagan sus propios proyectos de investigación tengan una idea de qué es trabajar en estas condiciones”, afirmó Alejandro Villegas. 

De manera general, la estructura del curso estuvo basada en una parte teórica para que los participantes conocieran el uso y aplicación de las técnicas básicas de campo para el estudio y monitoreo de la fauna silvestre tropical. 

“Les enseñamos primero qué es lo que vamos a encontrar, cómo buscar, cómo se trampea. Impartimos en primera instancia una parte teórica y técnica; que vean una trampa, que la toquen, que la armen, desarmen, y posteriormente se les enseña cómo y dónde colocarlas, cómo se revisan, y en el transcurso de los días realizamos las actividades ya en campo con la supervisión de los profesores”, explicó Alejandro Villegas.  

Para la maestra Sol de Mayo Mejenes, egresada de Biología de la FC, con experiencia de 25 años como docente y especialista en la técnica de fototrampeo y el área de anfibios y reptiles, resulta importante abordar puntualmente las técnicas y herramientas para asegurar tanto la protección de quien las implementa como la de los animales.

“De las experiencias que he tenido impartiendo cursos este grupo me ha sorprendido bastante, primero porque hay gente de diferentes edades, la mayoría son egresados de algún semestre de biología, una sola persona es de la carrera de agronomía, los he visto y estoy sorprendida porque los jóvenes han invertido su tiempo para aprender y se saben mover en el campo, tienen mucho interés e inquietud por conocer los tips que uno les puede dar, más que los que pueden encontrar en la literatura”, aseguró la profesora. 

Otro aspecto que resalta es todo lo que la naturaleza puede ofrecer al estar dentro de una selva prístina, porque eso contribuye a que los participantes experimenten en un lugar nativo, además de la gran diversidad de la fauna que hace todavía mejor la actividad académica; no obstante, las condiciones metereológicas complicaron las actividades lo que les impuso retos, pero al mismo tiempo demuestra que los animales tienen  una vida dentro de este tipo de factores ambientales. 

“El suelo y el clima te enseñan que las técnicas hay que irlas adecuando a cada tipo de ambiente. El aula es fundamental, la teoría es fundamental, pero la práctica reafirma lo que siempre he dicho: la biología es vida, es presencial, y el estar en el campo, viendo, tocando, oliendo, nos quedamos mucho más con ese aprendizaje, y creo que los estudiantes así lo han vivido”, expresó la profesora.  

El doctor José Juan Flores Martínez, técnico académico titular B de tiempo completo del IB-UNAM, compartió con los participantes su amplia experiencia en el estudio de mamíferos medianos y murciélagos, al ser justamente especialista en esta región. 

“La región de Los Tuxtlas ha sido fragmentada de años para acá, pero el estar dentro del Área Natural Protegida la estación sigue siendo una isla prácticamente que protege a la flora y la fauna, no solamente a los vertebrados, sino la flora que es nativa de la región, y ese es uno de los objetivos y retos más grandes de la estación de biología, que sus terrenos se mantengan conservados para la fauna nativa”. 

Para José Juan Flores, la multidisciplinariedad y el notable interés de los participantes en este curso hizo que se llevara a cabo una jornada de trabajo llena de riqueza y dinamismo. Se tocaron además temas muy amplios, desde anfibios, reptiles, aves y mamíferos. 

“Este curso es el primero que se da con este equipo en estas instalaciones. Acompañé a los profesores en cuanto a capacitación y asesoramiento de los estudiantes en manejo de roedores, murciélagos y pequeños mamíferos. Es el primero en la estación y esperemos que sean más. Las instalaciones nos ofrecen muchas facilidades para desarrollar las actividades y la respuesta de los estudiantes fue muy buena, todos se apoyaron y se desenvolvieron de forma excelente. Quienes tenían más experiencia ayudaron a los que no. Para algunos fue la primera salida a campo después de la pandemia y aún con lluvia todos mantuvieron el entusiasmo. Esperamos tener más cursos en otras estaciones y reservas”, expresó el investigador.

Las técnicas abordadas fueron:

• Observación y equipo de campo para el estudio de anfibios y reptiles. 
• Observación para el estudio de aves. 
• Trampeo y manipulación de pequeños mamíferos. 
• Fototrampeo para el estudio de fauna silvestre tropical. 
• Registros directos e indirectos de mamíferos medianos y grandes. 
• Identificación en campo para cada grupo de vertebrados. 

Diana Laura Chumacero González
23 años. CDMX
Universidad Simón Bolívar
Biología, 9 semestre

Mi mejor experiencia fue que pude identificar numerosas especies de la zona, especies que nunca había visto más que en la literatura. Además todas las técnicas de monitoreo que nos enseñaron sé que me van a ayudar en mi formación profesional. Es de las mejores experiencias que he tenido, lo más emocionante e impactante fue encontrar una Boa constrictor en medio de la oscuridad, volteamos y verla tan cerca de nosotros, a escasos 40 centímetros y poder tomarle fotografías e identificarla fue de las mejores experiencias. 

Socorro Ramírez Anduaga
60 años, Cuautepec, Hidalgo
Agrónoma.

El curso rebasó mis expectativas. Mi propósito al venir fue saber más de flora y fauna silvestre porque estamos por emprender un proyecto de conservación en el estado de Puebla. Ha sido maravilloso porque no encontramos este tipo de cursos en ningún otro lugar. No había tenido la oportunidad de estar en una selva, ha sido una experiencia hermosa porque hemos trabajado en diferentes horarios, tanto de día, noche, temprano, mediodía, y ver variaciones del comportamiento de los animales e interactuar con todos los compañeros que son jóvenes es muy interesante y enriquecedor. Ojalá que pudieran hacer estos cursos con mayor frecuencia. 

Emiliano Albores Mendoza
23 años. CDMX
9° semestre, Biología, FC

Este curso me interesó mucho por los temas que se abordaron pero también porque vi que iban a venir a la estación y a dos años de no haber salido por la pandemia  supe que era una gran oportunidad para adquirir esa experiencia que es tan importante para nosotros como biólogos. 

Ha sido una experiencia increíble, desde el primer día superó mis expectativas. Vale mucho la pena y estoy muy contento porque siento que esto tiene un impacto tanto en lo profesional y académico como en el sentido personal, porque es tanto la experiencia de estar en contacto con la selva, la fauna, la flora local y también con las personas que he conocido hasta ahora.

Katia Vianey Miranda Gallegos
25 años, Michoacán
Ciencias ambientales, ENES, Morelia 

Lo más importante es tratar de entender no solo la técnica tal cual, sino valorar mucho la experiencia y contemplar todos los factores que se unen al uso de alguna herramienta, Saber cómo colocar una trampa, observar el lugar, ver lo que podría suceder y analizar qué harías si fueras ese animal que te interesa. 

Me ha impresionado la adversidad y lo incómodo que puede ser pero también saber que vale la pena. Toda el agua de esta selva, que ya está húmedo todo el tiempo, pero a pesar de eso salir en la noche con los mosquitos, la lluvia, con los peligros que conlleva, pero saber que estás segura con la supervisión de los profesores y tratar con respeto y admiración todo el entorno. 

Alan Isaías López Moreno
21 años, CDMX
Biología, 7 semestre, FES Iztacala

Ya había tomado otros cursos antes, pero nunca uno como este. Me ha gustado mucho porque ha sido muy cómodo gracias a la estación porque tenemos donde bañarnos, comer, descansar y tomar las clases. Me ha impresionado la lluvia, ha llovido un montón y eso nos generó muchos retos. Me han gustado mucho las palmeras que le llaman “chochos”, porque aunque son muy picosos, me impresiona que haya un montón. En la noche siempre hemos encontrado ranas, y eso me ha gustado porque las hemos registrado, igual que una salamandra que encontré. Recomiendo mucho este curso porque vas generando mucha experiencia en campo. 

Perla Esmeralda Castañeda Tera
23 años, CDMX
Universidad Simón Bolívar
Biología, 9 semestre

Lo más importante de este curso es el manejo de organismos ya que me interesa mucho aprender sobre anfibios y reptiles, y lo que más me hace hace feliz de estar aquí es la cantidad de biodiversidad que he podido observar, manejar y conocer. 

Me impactó mucho trabajar con las trampas Sherman, ver que con un material tan sencillo y con la idea de imaginar cómo piensa un animal, tuve la suerte de que en mi trampa cayera un ratón, fue muy emocionante para mí porque yo no pensaba de esa manera, te abre la puerta para tratar de imaginar nuevas alternativas para cumplir tus objetivos con el trampeo. Como biólogo para tu formación este curso es indispensable, llevar lo que hay en los libros a la práctica es invaluable y con profesores tan experimentados.