Síntesis: La teoría moderna de la coexistencia es uno de los pilares de la ecología actual. Los pocos estudios en que se ha puesto a prueba apuntan a una coexistencia muy estable entre especies de plantas. Sin embargo, hay una gran cantidad de mecanismos que pueden estabilizar la coexistencia y explicar estas observaciones. Es tiempo de avanzar en la determinación cuáles de ellos son los más relevantes y medir sus efectos. En la teoría de la coexistencia, el nicho engloba los factores que regulan las poblaciones, como recursos, depredadores, tiempo y espacio. Si hay diferenciación de nicho, la regulación poblacional intraespecífica (retroalimentación densodependiente que determina el tamaño poblacional) es más negativa que la interespecífica, y la coexistencia entre especies es estable. La evidencia disponible señala estas diferencias son muy grandes entre especies de plantas, pero carecemos de datos para evaluar en cuáles ejes del nicho ocurre la diferenciación. En este proyecto analizaremos la contribución de enemigos naturales, recursos edáficos y dispersión a la coexistencia entre plantas en un pastizal natural muy rico en especies donde los mecanismos estabilizadores son muy potentes, sugiriendo una fuerte diferenciación de nicho. La plantas podrían coexistir establemente si cada una de ellas es regulada en mayor medida por un enemigo natural (depredador) diferente, o, en un escenario de competencia, por un recurso distinto. La diferenciación de nicho en los ejes de recursos parece estar relacionada con factores edáficos, al grado que en la zona de estudio hay dos tipos de pastizal que comparten muy pocas especies y se desarrollan en suelos diferentes. Esto nos permitirá identificar las características edáficas que limitan a diferentes especies de plantas, y si contribuyen a la coexistencia.
Los datos recientes favorecen la idea de que los depredadores son más importantes que los recursos en la regulación de las plantas y en la diferenciación de nicho. En el pastizal, tres depredadores importantes son las hormigas granívoras, el ganado y probablemente la biota edáfica. En el proyecto se analizará la especificidad de estos depredadores y la diferenciación entre ellos. Cada depredador tiene características distintas que permiten analizar diferentes elementos de la teoría. Además, la forma en que actúan es muy diferente, lo que podría dar elementos para identificar la forma de depredación más relevante para la coexistencia de las plantas. La depredación y la competencia por recursos también interactúan entre sí. La depredación y la competencia pueden potenciarse o anularse, y por lo tanto afectar a la diversidad de cualquier modo posible. Los datos de campo son fundamentales para poder relacionar los patrones en la diversidad con los mecanismos de coexistencia de modo inequívoco, y este proyecto está diseñado para avanzar en esta dirección. La coexistencia estable puede ocurrir si hay depredación clave, es decir, las especies más competitivas son más vulnerables a la depredación. Esta idea también será puesta a prueba en el campo. Finalmente, se evaluará la interacción entre el espacio y la depredación y sus efectos en la coexistencia, sobre los que hay muy poca información. Dado que las hormigas actúan de modo densodependiente, los efectos intra e interespecíficos experimentados por las plantas podrían depender de las densidades de semillas en el campo y si las semillas de diferentes especies están agregadas o segregadas.