Síntesis: Las lagartijas del género Aspidoscelis conforman un grupo único y profundamente interesante entre los vertebrados: aproximadamente una tercera parte de las ~ 40 especies reconocidas son unisexuales partenogenéticas que han surgido por eventos de hibridación entre especies de reproducción sexual (o gonocóricas) lejanamente emparentadas. La reproducción asexual es rara entre los vertebrados (el 99.9% de las especies se reproduce sexualmente), y el género Aspidoscelis es el único grupo conocido en el que las especies unisexuales han evolucionado repetidamente. El clado es por tanto de la mayor importancia e interés para entender la evolución y el mantenimiento de los sistemas sexuales. Pero la utilidad del género como modelo para lograr este entendimiento depende críticamente de la resolución de su historia evolutiva y, por tanto, de la respuesta a las preguntas de cuántas especies existen, cuáles son y dónde se distribuyen, cómo están relacionadas unas con otras, y qué especies gonocóricas han dado origen a las numerosas especies unisexuales. Sin embargo, la resolución de la historia evolutiva del género Aspidoscelis es uno de los retos más difíciles y antiguos en la historia de la sistemática herpetológica.

Esto se debe principalmente a la similitud ecológica de sus poblaciones, un conservadurismo morfológico generalizado, y la frecuente introgresión e hibridación entre sus poblaciones (aún entre poblaciones lejanamente emparentadas), factores que hacen imposible la delimitación de especies, la reconstrucción filogenética, y la determinación de los ancestros de las especies unisexuales de manera confiable con base en caracteres morfológicos o unos pocos genes mitocondriales y nucleares, como se ha intentado previamente. En este proyecto se usarán datos genómicos (i.e., secuencias de varios miles de genes nucleares independientes) y morfológicos, así como métodos modernos de análisis (especialmente métodos para resolver filogenias reticuladas) para resolver de manera robusta los límites entre las especies, la historia evolutiva, y los ancestros de las especies unisexuales en el género. Esto permitirá evaluar hipótesis sobre el contexto filogenético, geográfico y temporal en que se han producido las especies unisexuales, así como un entendimiento de la compleja variación morfológica en el género.